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3.-
EL CAMINO Tiempo
de milagros 3.1.
¿Qué estás esperando? No
esperes una sonrisa para ser gentil. No
esperes a tener problemas para elevar una oración al cielo. No
esperes tener dinero por montones para entonces ayudar al pobre.
3.2.
En el camino La
felicidad te mantiene dulce, los
intentos te mantienen fuerte, Pero
sólo Dios te mantiene caminando... 3.3.
Pisa fuerte Pisa
fuerte el que, aunque sea a lo lejos, divisa una luz que lo orienta y lo
acompaña; una luz, que si no le ilumina todo el panorama, al menos le
da la claridad suficiente para ver dónde debe poner sus pisadas al
caminar. Pisa
fuerte el que sabe que todo paso que da, lo acerca a la meta definitiva;
el que no desperdicia las horas, los actos que en ellas realiza; quien
de todo saca provecho; quien sabe que nada se pierde. Pisa
fuerte el que encontró un sentido a su vida, una razón de vivir, un
por qué, una explicación; y no sólo encontró un sentido a la vida,
sino también a cada una de las cosas y de los hechos de la vida. Pisa
fuerte y muy fuerte, el que en los momentos de dolor o de angustia no se
deja aplastar, ni desorientar, sino que en esos precisos momentos
levanta más alto su cabeza, clava su mirada en el Corazón del Padre
celestial y apretando los dientes, las manos tensas y los ojos nublados
por las lágrimas, o el corazón lleno de pena, no disminuye su marcha
al Padre, ni la desvía, sino que, con paso firme y resuelto, se va
acercando al Padre. Y
porque pisa fuerte en la vida, va dejando huellas luminosas que servirán
de ruta para muchos otros. 3.4.
El avance (HELDER
CÁMARA) No,
no te detengas. Comenzar
bien es una gracia de Dios. Continuar
por el buen camino, y no perder el ritmo es una gracia todavía mayor. Pero
la gracia de las gracias está en no desfallecer, con fuerzas todavía o
ya no pudiendo más, hecho trizas o añicos, seguir
avanzando hasta el fin. 3.5.
«Sí, puedo»
(EDGAR A. GUEST) «No
puedo»: Es
la peor frase que se ha escrito o hablado, haciendo más daño
que la calumnia o las mentiras. Creyendo en
ella muchos espíritus fuertes se han quebrantado y con ella
muchos buenos propósitos mueren. Brota,
cada mañana, de los labios de quienes no piensan y nos roban el valor
que necesitamos durante el día. Suena
en nuestros oídos como una advertencia enviada a tiempo, y se ríe
cuando tropezamos y caemos por el camino. «No
puedo»: Es
la madre de la iniciativa débil; es quien prohíja al terror y al
trabajo a medio hacer. Debilita
los esfuerzos de inteligentes artesanos, y hace del que labora un
indolente conformista. Envenena
el alma del hombre con visión, aplasta en su infancia muchos planes. Saluda
al trabajo honesto con abierto desprecio y se burla de las esperanzas y
los sueños del hombre. «No
puedo»: Es
una frase que nadie
debiera pronunciar sin ruborizarse; el pronunciarla debiera ser motivo
de vergüenza. Diariamente
aplasta la ambición y el valor; devasta el propósito del hombre y
acorta sus metas. Despréciala
con todo tu odio por el error que inculca; rehúsale el alojamiento que
busca en tu mente. Ármate
contra ella como contra una criatura de terror y todo lo que soñamos
algún día lo obtendremos. «No
puedo»:
Es
la frase que, para la ambición, es un enemigo emboscado que busca
destruir nuestra voluntad. Su presa es, para siempre, el hombre con una
misión y se inclina tan solo ante el valor, la paciencia y la
habilidad. Ódiala,
con odio profundo y permanente, porque una vez bienvenida, quebrantará
a todo hombre, sin importar la meta que esté buscando. Más bien, sigue
intentándolo y respóndele a ese demonio diciéndole: «Sí,
puedo»: Los
que amamos a Dios, sabemos que Él todo lo puede y en Él nosotros lo
podremos: «Todo lo puedo en
Cristo que me fortalece». (Filipenses 4:13). 3.6.
13 cosas que aprendí en el Arca de Noé
(JAIME
DUARTE Q.) 1.-
Es importante ser puntual a la cita y no llegar después de la
hora fijada para la salida. 2.-
Recuerde que todos somos diferentes, pero estamos en el mismo barco. 3.-
Planea el futuro: no estaba lloviendo cuando Noé comenzó a construir
el Arca. 4.-
Nunca te sientas viejo a pesar de que alguien diga que tu tiempo ya pasó,
y que 5.-
No hagas mucho caso a los criticones; continúa con el trabajo que Dios
te ha 6.-
Todo lo que hagas y construyas procura hacerlo con alta calidad, a pesar
de que no seas profesional,
ni sea eso lo que tú sabes hacer. 7.-
Al buscar compañía para tu viaje en la vida, busca una que
verdaderamente sea 8.-
Si sientes que tu progreso espiritual es lento, no te desesperes. Más
que rapidez, 9.-
Aunque al principio te sientas solo y recibas burlas, a la larga tiene
su 10.-
No desprecies los esfuerzos que hacen los sencillos por logar algo.
Recuerda: 11.-
Dios nos ama a todos y quiere que todos se salven, pero solamente se
salvará 12.-
Dios solamente mandó construir una sola Arca, y los que lo amamos
debemos 13.-
No importa cómo sea la tormenta en la que estés. Si permaneces con
Dios, siempre habrá para ti un arco iris esperándote. EL ÉXITO NO ES PARA QUIENES PIENSAN QUE PUEDEN HACER ALGO… SINO PARA QUIENES LO HACEN 3.7.
Fácil y difícil Fácil
es ocupar un lugar en la agenda telefónica; difícil es ocupar el corazón
de alguien. Fácil
es herir a quien nos ama; difícil es curar esa herida. Fácil
es dictar reglas; difícil es seguirlas. Fácil
es soñar todas las noches; difícil es luchar por un sueno. Fácil
es exhibir la victoria; difícil es asumir la derrota con dignidad. Fácil
es admirar una luna llena; difícil es ver su otra cara. Fácil
es tropezar con una piedra; difícil es levantarte. Fácil
es disfrutar la vida todos los días; difícil es darle el verdadero
valor. Fácil
es orar todas las noches; difícil es encontrar a Dios en las cosas
pequeñas. Fácil
es prometerle a alguien algo; difícil es cumplirle esa promesa. Fácil
es decir que amamos; difícil es demostrarlo todos los días. Fácil
es criticar a los demás; difícil es mejorar uno mismo. Fácil
es cometer errores; difícil es aprender de ellos. Fácil
es llorar por el amor perdido; difícil es cuidarlo para no perderlo. Fácil
es pensar en mejorar; difícil es dejar de pensarlo y solamente hacerlo. 3.8.
Sigue adelante Cuando
las cosas empeoran
y el momento es de
crisis,
no pienses que todos tus
esfuerzos
han sido en vano. Sigue...
Tal vez todo haya sido para
mejor.
Sonríe...
y experimenta otra vez.
Puede ser que tu aparente fracaso
sea la puerta mágica que te
conducirá
a una nueva felicidad que todavía
no has conocido. Puedes
estar debilitado por la lucha,
pero no te consideres
vencido: eso no quiere decir derrota.
No vale la pena gastar tu
precioso tiempo
en lágrimas y desesperación.
Levántate, y sigue
adelante. Si guardas en tu mente
el objetivo de tus
aspiraciones,
tus sueños se realizarán. Aprende
con los errores,
cosecha experiencia de tus
dolores, y llegará el día en que dirás:
«Gracias a Dios. Lo intenté
una vez más y reencontré
la paz, el amor y la
felicidad». |